viernes, 14 de junio de 2019

CAPITANES GENERALES DEL EJÉRCITO ESPAÑOL (58) FERNANDO PRIMO DE RIVERA Y SOBREMONTE



FERNANDO PRIMO DE RIVERA SOBREMONTE
Sevilla 24.7.1831 – Madrid 23.5.1921



Capitán general de los RR.EE., I marqués de Estella, I Conde de San Fernando de la Unión, Senador Votalicio, Presidente del Consejo Supremo de Guerra y Marina, Inspector General de Tropas del Ejército, Capitán general de Castilla la Nueva y Extremadura, Capitán general de Filipinas, Director General de Infantería, Ministro de la Guerra en varias ocasiones, Diputado a Cortes, Caballero del Toisón de Oro, Caballero Laureado de San Fernando, etc. ...


GENEALOGÍA

Era hijo de José Primo de Rivera y Ortíz de Pinedo, (*Algeciras 1777), Teniente general de la Armada, Ministro de Marina, Capitán general de Cádiz, Comandante general del Apostadero de La Habana, Senador Vitalicio del Reino, Caballero Laureado de San Fernando, Caballero de la Real y Distinguida Orden de Carlos III, que contrajo matrimonio en la ciudad de Buenos Aires el 11.11.1809, con Juana María Nepomuceno de Sobremonte y Larrazábal (*Córdoba de Tucumán 1796). Tuvieron 8 hijos, siendo Fernando el más pequeño de todos.

Era nieto paterno de Joaquín Primo de Rivera y Pérez de Acal (*Veracruz 1734), Brigadier de los RR.EE., Marqués de Bajamar, Gobernador de Maracaibo, que contrajo matrimonio en 1773 con Antonia Eulalia Ortíz de Pinedo Muñoz Anuncibay (*Algeciras 1750), tuvieron 8 hijos.

Era nieto materno de Rafael de Sobremonte y Núñez del Castillo (*Sevilla 1745), III Marqués de Sobremonte, IX Virrey del Río de la Plata, que había contraído primeras nupcias, en Buenos Aires en 1782, con Juana María de Larrazábal y Quintana, que tuvieron 12 hijos.


MATRIMONIO

Contrajo matrimonio con María del Pilar Arias-Quiroga y Escalera (*Alcolea del Río 1835), tuvieron 4 hijos, Juana Primo de Rivera y Arias de Quiroga; María de los Dolores Primo de Rivera y Arias de Quiroga; María Manuela Primo de Rivera y Arias de Quiroga y Fernando Primo de Rivera y Arias de Quiroga.


CRONOLOGÍA

Ingresó en el Colegio general militar el 20 de Noviembre de 1844, siendo promovido, al terminar sus estudios, a Subteniente de Infantería, por Real orden de 8 de Julio de 1847, con destino al regimiento de España. Perteneciendo, como agregado, al regimiento de Ingenieros, se halló en las ocurrencias habidas en la Corte la noche del 26 de Marzo de 1848 y el 7 de Mayo siguiente, obteniendo por el distinguido comportamiento que observó en la primera de dichas jornadas la Cruz de San Fernando de primera clase así como el grado de Teniente en recompensa de los servicios que prestó en el segundo de los citados hechos de armas. Prestó el servicio de guarnición en diferentes Cuerpos, alcanzando el empleo de Teniente en Noviembre de 1852, y el grado de Capitán por la gracia general de 1854. Desempeñó el cargo de Ayudante Profesor del Colegio de Infantería desde Enero de 1857 hasta fin de Mayo del propio año, que acabó con motivo de su ascenso a Capitán, siendo entonces destinado al batallón provincial de Sevilla. En Abril de 1858 pasó nuevamente al Colegio de Infantería, donde ejerció el Profesorado hasta Junio de 1865, obteniendo en dicho tiempo, como recompensas reglamentarias, la Cruz de Isabel la Católica en Mayo de 1862, y el empleo de Comandante en Abril de 1865. Destinado al regimiento de Burgos, contribuyó con este Cuerpo a sofocar la insurrección que estalló en Madrid el 22 de Junio de 1866, y por su valeroso y notable comportamiento en aquel día, fue recompensado al frente de las tropas por el Ministro de la Guerra, con el empleo de Teniente Coronel, recompensa para la cual fue también propuesto por los generales Duque de la Torre y Marqués de la Habana. Con un batallón del regimiento de Valencia, a que había sido destinado, pasó en Junio de 1867 al campo de Gibraltar, donde se dedicó a la persecución del contrabando y de malhechores, mereciendo del Comandante general de aquel territorio los más satisfactorios plácemes por el buen desempeño de dicho cometido. Obtuvo en Octubre del mismo año el mando del batallón cazadores de Alcántara, con el cual prestó servicio de guarnición en Barcelona y después en Málaga, trasladándose en Marzo de 1868 a Granada. El 19 de Septiembre siguiente se le confirió el mando de una columna, compuesta de cuatro compañías de su batallón y fuerzas de la Guardia civil y rural, con la que pasó a Antequera, logrando restablecer la tranquilidad alterada en aquella ciudad por consecuencia de los sucesos que se habían ya iniciado en algunos puntos de Andalucía. Alterado también el orden público en Granada, fue llamado por el Capitán general del distrito, previniéndole que a marchas forzadas se trasladase a la capital; pero como al difundirse la noticia de tal acontecimiento las autoridades de Antequera abandonaron la ciudad, constituyó, a petición de las clases conservadoras, un Ayuntamiento conforme a los deseos de las mismas, y el día 22 salió para Granada, verificando la marcha con tal rapidez que en una sola jornada se incorporó a la Autoridad superior militar, a la que siguió obediente, secundando todas sus disposiciones para la conservación del orden hasta que, terminados aquellos sucesos, la acompañó hasta el puerto de Motril. Como comprendido en el decreto de gracias del citado año 1868 se le concedió el grado de Coronel, quedando en situación de reemplazo. Por orden de 8 de Diciembre siguiente fue destinado, a petición propia, a la inmediación del Capitán general de Andalucía, a fin de tomar parte en las operaciones que se llevaban a cabo para batir las insurrecciones de aquel distrito y del de Granada, desempeñando con tal motivo numerosas comisiones que se le confiaron. En 11 de Diciembre el Gobierno provisional le otorgó el empleo de Coronel en recompensa de los servicios que llevaba prestados combatiendo en favor del orden social. El día 1.° de Enero de 1869 asistió al ataque y toma de Málaga, donde prestó señalados servicios, distinguiéndose por su arrojo al atravesar dos veces, con grave riesgo, la línea enemiga, a fin de reconocer la situación de todas las fuerzas y unirse después en la calle de la Trinidad al batallón de Asturias para la toma de la ciudad hasta el río Guadalmedina, donde terminó el combate. Por tan distinguido comportamiento fue premiado con la Cruz roja de segunda clase del Mérito militar. Se le destinó el 9 de Enero del citado año a mandar el regimiento de Africa, núm. 7, que se hallaba de guarnición en Zaragoza. El 16 de Abril siguiente salió con el segundo batallón de dicho Cuerpo para Huesca, donde desarmó la milicia ciudadana; en Agosto pasó a Calatayud a fin de evitar el levantamiento de partidas carlistas proyectado por el cabecilla Marco de Bello, conseguido lo cual regresó a la capital del distrito. Durante los días 7 y 8 de Octubre combatió la insurrección republicana que estalló en Zaragoza, habiendo sido encargado por el Capitán general de pacificar una de las dos zonas en que se dividió la plaza. Por su bizarro comportamiento en dichas jornadas, especialmente en la del día 8, en que dirigió personalmente el ataque de la puerta del Duque, último puesto que los insurrectos defendieron, y en el que se resistieron tenazmente, fue singularmente recomendado para el ascenso a Brigadier, que le fue otorgado por decreto de 8 de Noviembre. En Diciembre siguiente obtuvo el mando de una brigada del distrito de Aragón, ejerciéndolo hasta Marzo de 1871, que pasó a mandar la brigada volante del Ejército de Castilla la Nueva En 7 de Abril de 1872 se le concedió la Gran Cruz de Isabel la Católica en recompensa de los distinguidos servicios que venía prestando desde 1869 como Jefe de brigada. En 25 del propio mes, y con motivo del levantamiento de partidas carlistas en las provincias del Norte, fue destinado a la inmediación del General en Jefe de los distritos de Vascongadas Aragón y Burgos, quien le confirió el mando de una brigada con la cual operó independientemente en la alta Navarra obligando al titulado General carlista Díaz de Rada a internarse en Francia. Persiguió asimismo, sin cesar, las fuerzas del Pretendiente desde la entrada de éste en España, dando así ocasión al combate de Oroquieta, y consiguiendo después que los restos de aquella importante facción repasaran la frontera, dejando en su poder caballos y efectos de guerra, así como que las facciones capitaneadas por los cabecillas Redondo y Elio se entregaran a discreción y con armas en Aranaz. Pasó después a Guipúzcoa, donde protegió las fuerzas que al mando del General Letona se batieron en Mañaria, así como al batallón de Mendigorría en la acción de Oñate; y continuando con su brigada a las órdenes de los Generales Moriones y Echagüe operó incesantemente, logrando combatir y destruir en Sierra Urbasa a las facciones de Carasa y Lizárraga. Por tan meritorios servicios fue recompensado por Real decreto de 10 de Julio con el empleo de Mariscal de Campo, para el que había sido dos veces propuesto. A su ascenso se le confirió el mando de las tropas que operaban en Vizcaya y en los Valles de Cuartango y Villarreal, con las cuales persiguió los restos de las facciones que vagaban por dicha provincia y las de Álava y Guipúzcoa, siendo la más importante la del cabecilla Goirens, a la que batió y dispersó cerca del puerto de Lequeitio. En virtud de Real orden de 24 de Agosto del citado año 1872 se encargó interinamente de la Capitanía general de las Provincias Vascongadas y del mando del Ejército del Norte, ejerciendo estos cometidos hasta 8 de Noviembre que, por Real decreto, le fue admitida la dimisión que había presentado. Durante dicho mando se le dieron las gracias repetidas veces, en nombre de S. M., por el celo y actividad que demostró en la organización y aumento de las fuerzas de voluntarios de la libertad y por otras medidas que tomó y que fueron aprobadas por el Gobierno. Permaneció de cuartel hasta el 7 de Enero de 1873, que fue destinado a las órdenes del General en Jefe del Ejército del Norte, el cual le confió el mando de la segunda división, encargándole de perseguir la partida de más importancia, mandada por los cabecillas Olio y Radica; el 31 de dicho mes, noticioso de que todas las facciones de Guipúzcoa se hallaban reunidas en Aya, pueblo que tenían fortificado y defendido por más de 1.500 hombres, las atacó y batió, apoderándose del pueblo, causándoles considerables pérdidas y ocupando los depósitos que allí tenían, consistentes en 1.200 fusiles Remington, 10 carretas de lienzos, ropas, boinas y otros efectos. Por este hecho de armas fue eficazmente recomendado al Gobierno, que dispuso se le dieran las gracias en su nombre. Habiendo presentado su dimisión, que le fue admitida por orden de 19 de Febrero, quedó de cuartel en Madrid, donde no obstante hallarse en dicha situación, prestó importantes servicios para el sostenimiento del orden público hasta el 13 de Septiembre que, destinado nuevamente al Ejército del Norte, se le confirió el mando de la división de la Ribera, con la que mantuvo en jaque al enemigo en sus montañas, por efecto de los continuos movimientos y combates que libraba, atacando los pueblos de Alio, Dicastillo, caserío de Baigorri, Lanaja y Oteíza. El día 7 de Noviembre concurrió a la batalla de Montejurra, en la que le fue confiado el mando de la vanguardia y derecha del Ejército, logrando después de un rudo combate sostenido por todas las armas, apoderarse del pueblo y alturas de Barbarín; posiciones en que se mantuvo el siguiente día y el 9, hasta que se ordenó la retirada del Ejército. Recomendado por el General en Jefe, con motivo del citado hecho de armas, fue premiado con la Gran Cruz roja del Mérito militar, según decreto de 26 de Noviembre. Continuó mandando la división de la Ribera, y en Enero de 1874 concurrió con la misma al ataque de la plaza de La Guardia, que se rindió a los tres días de asedio, después de abierta brecha, por donde se dirigieron las columnas de ataque. Nombrado el 29 del citado mes de Enero Capitán general de Burgos, y con objeto de secundar el plan del General en Jefe para levantar el sitio de Bilbao, se dirigió a tomar posiciones a vanguardia sobre los altos de la Concepción, inmediatos a Castro Urdiales, y después sobre el pueblo de Ontón, teniendo para ello que librar rudos combates con las fuerzas de los cabecillas Andéchaga y Navarrete, avanzando así hasta Somorrostro, donde a la llegada del resto del Ejército tuvieron lugar las acciones de los días 24 y 25 de Febrero, la primera para el paso del puente de Somorrostro, y la segunda para la toma de Monte Montaño. En una y otra tuvo el mando del ala derecha del Ejército, y el día 25 recibió una fuerte contusión de bala en el hombro derecho, sin abandonar por ello su puesto, siendo por los distinguidos servicios que entonces prestó, propuesto al Gobierno para una recompensa. Permaneció al frente de sus tropas en Somorrostro hasta que, con la llegada de nuevos refuerzos y del Capitán general Duque de la Torre, que fue personalmente á mandar el Ejército, se dispuso el ataque de las posiciones enemigas y se le confió también el mando del ala derecha, tomando el 25 de Marzo las alturas atrincheradas de Cortes, el 26 el pueblo de Pucheta, y el 27, al dar el ataque a San Pedro Abanto, cayó gravemente herido de bala en el pecho. Por su bizarro comportamiento en estas jornadas fue recompensado el mismo día 27 con el empleo de Teniente General, según decreto expedido en el cuartel general de las Carreras. Hallándose aun convaleciente de la herida que había recibido, y al tener noticia de la muerte del General en Jefe del Ejército del Norte, Marqués del Duero, se presentó en Burgos y tomó el mando del distrito el 16 de Junio, donde permaneció hasta que en 5 de Septiembre fue nombrado Capitán general de Castilla la Nueva. Desempeñando dicho cargo se llevó a cabo la proclamación de S. M. el Rey D. Alfonso XII, y con tal motivo, el Gobierno a la sazón existente resignó el poder en el General Primo de Rivera, el cual fue encargado interinamente de la cartera de Guerra al constituirse el Ministerio Regencia el 31 de Diciembre de 1874. En dicho cometido cesó por decreto de 1.° de Enero siguiente en que se hizo cargo de él el Ministro propietario. Por otro decreto de 3 del propio mes se le confirmó en el mando del distrito de Castilla la Nueva que había puesto a disposición del nuevo Gobierno. Nombrado en comisión, y conservando su destino, primer Ayudante de Campo y Jefe del Cuarto militar de S. M., según decreto de 17 del citado Enero, salió de Madrid el día 19, una vez aprobado el plan para el levantamiento del bloqueo de Pamplona, obteniendo el mando del segundo Cuerpo del Ejército del Norte, que se le confió, en comisión, por Real orden del 25. Empezó las operaciones saliendo de Tafalla después de haber protegido con las tropas de su mando el paso del Cuerpo de Ejército del General Moriones, y en la madrugada del 2 de Febrero legró sorprender y tomar con su vanguardia los altos de Monte Esquinza, así como apoderarse de los pueblos de Oteiza, Lorca y Lacar, rechazando al enemigo que los defendía y tomando las posiciones convenientes. Noticioso en la tarde del día 3 de que su extrema vanguardia, compuesta de cuatro batallones y cuatro piezas, había sido sorprendida en Lacar por 24 batallones enemigos, viéndose obligada ante la superioridad de tales fuerzas a abandonar aquella posición y retirarse al inmediato pueblo de Lorca, acudió personalmente con dos batallones en auxilio de los que se defendían en dicho punto, rehízo el combate en toda la línea, contuvo al enemigo en su avance, y después de tres horas de fuego le obligó a retroceder, teniendo lugar en aquella acción de guerra hechos heroicos que merecieron ser premiados con cruces y corbatas de San Fernando. El día 6 de Marzo salió de Esquinza para Madrid, por haberse dispuesto en decreto de 19 del mes anterior que volviera a encargarse de su destino de Capitán general de Castilla la Nueva, así como por otro decreto de 20 de Febrero cesó en el cargo de primer Ayudante de S. M., que ejercía en comisión. Continuó de Capitán general de Castilla la Nueva hasta 8 de Junio que fue nombrado Ministro de la Guerra durante la ausencia del Teniente General D. Joaquín Jovellar, que pasó a tomar el mando del Ejército del Centro; cargo que desempeñó hasta el 8 de Septiembre que volvió a encargarse de la citada Capitanía general. Por decreto de 14 de Diciembre se le nombró Comandante en Jefe del segundo Cuerpo del Ejército de la derecha, y el día 19 salió para su destino, del que tomó posesión el 20 en Zaragoza, continuando después a Navarra, donde entró en operaciones. Hallándose el 30 de Enero de 1876 en Tafalla, emprendió con el Cuerpo de su mando el ataque a las posiciones enemigas que comprendían la línea desde Artazu hasta Arróniz, consiguiendo apoderarse, no sin grandes pérdidas por una y otra parte, de Santa Bárbara de Oteíza y sus fuertes, cogiendo al enemigo gran número de prisioneros y artillería. Posesionado de estas posiciones, base de operaciones sucesivas, continuó su plan para la toma de Estella, que consiguió después de rudos y sangrientos combates sostenidos en la Solana y línea del Ega el 17 de Febrero, y en la ocupación de Montejurra y sus fuertes el día siguiente, con lo cual logró apoderarse el 19 de la ciudad rendida, quedando en su poder los parques, trenes y 34 piezas de Artillería. Continuadas las operaciones, avanzó con sus tropas hacia Pamplona a fin de caer sobre las Dos Hermanas (Irurzun), el día 24, lo que no llegó á realizarse por la sumisión de los batallones enemigos al General en Jefe. Tan distinguidos hechos de armas le fueron premiados con la Merced de título del Reino y la denominación de Marqués de Estella, solicitando además el General en Jefe la apertura de juicio contradictorio, por virtud del cual le fue después concedida la Gran Cruz de San Fernando con la pensión de 6.000 pesetas anuales. Continuó al frente del Cuerpo de Ejército de su mando hasta la terminación de las últimas operaciones, que regresó a Madrid, donde hizo su entrada el 20 de Marzo. En virtud de Real decreto de 1° de Abril siguiente volvió a encargarse de la Capitanía general de Castilla la Nueva, ejerciendo este mando hasta el 2 de Marzo de 1880 que fue nombrado Gobernador general y Capitán general de las islas Filipinas. Se hizo cargo de tan importantes cometidos el día 15 de Abril, que arribó a Manila, y ejerció el mando superior de aquel Archipiélago hasta que, admitida por Real decreto de 19 de Entro de 1883 la dimisión que había reiteradamente presentado, embarcó el 12 de Marzo siguiente de regresó para la Península. Por sus relevantes méritos y servicios que prestó, durante su mando de Filipinas se le hizo merced de título del Reino, con la denominación de Conde de San Fernando de la Unión por Real decreto de 26 de Enero del citado año 1883. A su llegada a Madrid quedó de cuartel, permaneciendo en esta situación hasta 8 de Febrero de 1884, que fue nombrado Director general de Infantería, cargo que desempeñó hasta 2 de Julio de 1887, que nuevamente pasó a situación de cuartel. Ejerció otra vez el mando de Capitán general de Castilla la Nueva desde 11 de Julio de 1890 hasta 27 de Septiembre del mismo año que se le nombró Inspector general de Infantería. Por Real orden de 30 de Septiembre de 1892 fue nombrado, en comisión, Juez de Campo de las maniobras que se llevaron a cabo en la segunda quincena de Octubre entre los confines de las provincias de Lérida y Huesca, y al cesar en este cometido se le manifestó de Real orden en 7 de Diciembre que S. M. había quedado satisfecha del celo, inteligencia y actividad que había demostrado. Continuó mandando el distrito de Castilla la Nueva hasta el 20 de Enero de 1893, que se le confirió el cargo de Presidente de la primera Sección de la Junta Consultiva de Guerra, y sin cesar en el mismo fue nombrado, por decreto de 27 de Noviembre del propio año, Comandante en Jefe del primer Cuerpo del Ejército de operaciones de África. Permaneció en el campo de Melilla ejerciendo el indicado mando hasta que por virtud de la reorganización dada al Ejército de África, se ordenó que cesara en él, expresándose en el Real decreto de 3 de Enero de 1894 que S. M. había quedado muy satisfecha del celo, inteligencia y lealtad con que lo había desempeñado, proponiéndose utilizar nuevamente sus servicios en aquel territorio en caso de guerra. Volvió a encargarse de su destino en la Junta Consultiva de Guerra, de la cual fue nombrado Presidente por Real decreto de 3 de Abril del expresado año, desempeñando dicha Presidencia hasta que en 22 de Enero de 1895 fue designado para la del Consejo Supremo de Guerra y Marina, de la que tomó posesión el 26. Por otro Real decreto de 28 de Marzo último se le nombró Comandante en Jefe del primer Cuerpo de Ejército, Capitán general de Castilla la Nueva y Extremadura, mando en que actualmente continúa.

El día 3 de junio de 1895, encontrándose en su despacho oficial, el capitán de infantería Primitivo Clavijo intenta asesinarle produciéndole heridas de muy grave consideración... tras juicio sumarísimo el capitán Clavijo fue fusilado en los Altos de San Isidro de Carabanchel... dejó tres hijos.

«El excelentísimo señor general Primo de Rivera ha sufrido una herida de arma de fuego penetrando el proyectil por el pecho, y cuya entrada se encuentra en la parte anterior superior izquierda del tórax, tercer espacio intercostal, y la salida en la parte externa de la región subescapular del mismo lado, con perforación de la pleura y contusión pulmonar. Otra herida de proyectil, cuyo orificio de entrada se encuentra en la cara posterior del antebrazo izquierdo, y el de salida en la parte anterior y media del mismo. El pronóstico de dichas lesiones es muy grave, aunque no mortal de necesidad.—Dr. Losada. [El Año político. 1895.]

Ha desempeñado durante su carrera militar numerosas e importantes comisiones; ha sido Diputado a Cortes, y en la actualidad es Senador vitalicio. Cuenta 51 años de efectivos servicios, de ellos 21 y más de 7 meses en el empleo de Teniente General; ocupa el primer puesto en la escala de su clase, y se halla en posesión de las condecoraciones siguientes: Cruz sencilla y Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica. Cruz de segunda clase y Gran Cruz del Mérito militar, ambas con distintivo rojo. Gran Cruz de San Hermenegildo. Cruz de San Fernando de primera clase y Gran Cruz pensionada de la misma Orden. Gran Cruz de la Concepción de Villaviciosa, de Portugal. Medalla de Bilbao, de la Guerra civil y de Alfonso XII. [Gaceta de Madrid núm. 319 de 15.11.1895].


Capitán General del Ejército
1895-1921

En consideración a los relevantes servicios y especiales circunstancias del Teniente General D. Fernando Primo de Rivera y Sobremonte, Marqués de Estella; En nombre de Mi Augusto Hijo el Rey D. Alfonso XIII, y como Reina Regente del Reino., Vengo en promoverle, a propuesta del Ministro de la Guerra y de acuerdo con el Consejo de Ministros, a la dignidad de Capitán General de Ejército, con la antigüedad de 5 del mes actual, en la vacante producida por fallecimiento de D. José Gutiérrez de la Concha e Irigoyen, Marqués de la Habana. Dado en Palacio a catorce de Noviembre de mil ochocientos noventa y cinco. MARIA CRISTINA [Gaceta de Madrid núm. 319 de 15.11.1895].

Tras su ascenso es nombrado General en Jefe del Primer Cuerpo de Ejército., que desempeñará durante casi año y medio...

Real decreto nombrando General en Jefe del primer Cuerpo de Ejercito a D. Fernando Primo de Rivera. [Gaceta de Madrid núm. 320, de 16/11/1895, página 520.]

Nombrado de nuevo Capitán General de Filipinas, en sustitución del general Polavieja, cargo que ejerce durante un año.

Real Decreto nombrando Gobernador general, Capitán general de las islas Filipinas a D. Fernando Primo de Rivera y Sobremonte. [Gaceta de Madrid núm. 84, de 25/03/1897, página 1235.]


Reales decretos nombrando, General en Jefe del Ejército de las islas Filipinas, a D. Fernando Primo de Rivera; Capitán general de Castilla la Nueva, a D. Antonio Dabán, y Presidente de la Junta Consultiva de Guerra, a D. Camilo Polavieja. [Gaceta de Madrid núm. 84, de 25/03/1897, página 1235.]


Real decreto concediendo la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Fernando, con la pensión anual de 10.000 pesetas, al Capitán General de Ejército D. Fernando Primo de Rivera y Sobremonte, Marqués de Estella. [Gaceta de Madrid núm. 30, de 30/01/1898, página 339].


Real decreto admitiendo la dimisión a Don Fernando Primo de Rivera, Gobernador general de Filipinas. [Gaceta de Madrid núm. 64, de 05/03/1898, página 773.]

Real decreto admitiendo la dimisión a Don Fernando Primo de Rivera del cargo de General en Jefe del Ejército de Filipinas. [Gaceta de Madrid núm. 69, de 10/03/1898, página 831.]

Regresa a la Península, tenía 66 años de edad.

Reales decretos nombrando Consejero de Estado a D. Pedro J. Moreno Rodríguez, a D. Fernando Primo de Rivera, a D. José Ramos Izquierdo, a D. Alejandro Pidal y a D. Fermín de Lasala y Collado. [Gaceta de Madrid núm. 174, de 23/06/1906, página 1173].

Real decreto nombrando Patrono de la Asociación Benéfico-escolar de Huérfanos a D. Fernando Primo de Rivera y Sobremonte, Marqués de Estella. [Gaceta de Madrid núm. 146, de 26/05/1907, página 747].

En el gobierno conservador de don Antonio Maura, desempeña la cartera de Guerra durante un año y medio. El rey la concede el Toisón de Oro.

Real decreto nombrando Ministro de la Guerra al Capitán General del Ejército D. Fernando Primo de Rivera y Sobremonte, Marqués de Estella. [Gaceta de Madrid núm. 185, de 04/07/1907, página 42.]

Reales decretos nombrando Caballeros de la Insigne Orden del Toisón de Oro a D. José López Domínguez y D. Fernando Primo de Rivera y Sobremonte. [Gaceta de Madrid núm. 209, de 27/07/1908, página 391].

Real decreto admitiendo al Capitán general D. Fernando Primo de Rivera y Sobremonte, Marqués de Estella, la dimisión del cargo de Ministro de la Guerra. [Gaceta de Madrid núm. 61, de 02/03/1909, página 536.]

Tras su dimisión del Ministerio es nombrado Inspector General de Tropas del Ejército.

Real decreto nombrando Inspector General de las Tropas del Ejército al Capitán General D. Fernando Primo de Rivera y Sobremonte, Marqués de Estella. [Gaceta de Madrid núm. 67, de 08/03/1909, páginas 585 a 586].

Real orden disponiendo que el Capitán General D. Fernando Primo de Rivera, Marqués de Estella, Inspector general de las tropas del Ejército, asista a las deliberaciones de la Junta de Defensa Nacional siempre que ésta sea convocada. [Gaceta de Madrid núm. 139, de 19/05/1909, página 1283.]

Real decreto admitiendo la dimisión del cargo de Inspector general de las tropas del Ejército á D. Fernando Primo de Rivera y Sobremonte, Marqués de Estella. [Gaceta de Madrid núm. 287, de 14/10/1909, página 97].

A punto de cumplir 80 años de edad, el Rey le envía en misión especial a la corte italiana, con motivo de haber sido nombrado el soberano italiano como Coronel Honorario del Regimiento de Infantería de Saboya nº 6.

Real decreto nombrando Embajador, en Misión especial, cerca de S. M. el Rey de Italia, a D. Fernando Primo de Rivera y Sobremonte. [Gaceta de Madrid núm. 92, de 02/04/1911, página 9].

Real decreto nombrando Presidente del Consejo de Administración de la Caja de Huérfanos de la Guerra al Capitán general de Ejército D. Fernando Primo de Rivera y Sobremonte, Marqués de Estella. [Gaceta de Madrid núm. 313, de 09/11/1911, página 304].

Real decreto nombrando al Capitán general D. Fernando Primo de Rivera y Sobremonte, Marqués de Estella, para que represente a S. M. el Rey (q. D. g.) en todos los actos oficiales de carácter militar que hayan de celebrarse en Cádiz en los días 3 al 6 del actual. [Gaceta de Madrid núm. 277, de 03/10/1912, páginas 29 a 30].

Real decreto nombrando Presidente de la Comisión creada en 25 de Febrero de 1901 para erigir un monumento a S. M. el Rey don Alfonso XII (q. g. b.), a don Fernando Primo de Rivera y Sobremonte, Marqués de Estella, Capitán general de Ejército, ex Ministro de la Corona. [Gaceta de Madrid núm. 9, de 09/01/1914, página 82.]

Real decreto nombrando Coronel honorario del Regimiento Infantería de Sicilia, número 7, al Capitán general de Ejército D. Fernando Primo de Rivera y Sobremonte, Marqués de Estella. [Gaceta de Madrid núm. 24, de 24/01/1914, página 184.]

Real decreto nombrando Presidente del Consejo Supremo de Guerra y Marina al Capitán general del Ejército D. Fernando Primo de Rivera y Sobremonte, Marqués de Estella. [Gaceta de Madrid núm. 227, de 15/08/1914, página 397.]

Nuevamente Ministro de la Guerra, esta vez en el gobierno conservador de Antonio Maura, que desempeña durante cuatro meses... tenía 86 años de edad ...

Real decreto nombrando Ministro de la Guerra a D. Fernando Primo de Rivera y Sobremonte, Marqués de Estella, Capitán General de Ejército y Senador del Reino. [Gaceta de Madrid núm. 163, de 12/06/1917, página 675.]

Real decreto admitiendo la dimisión del cargo de Ministro de la Guerra al Capitán general D. Fernando Primo de Rivera y Sobremonte, Marqués de Estella. [Gaceta de Madrid núm. 292, de 19/10/1917, página 150].

Nuevamente Presidente del Consejo Supremo de Guerra y Marina, tenía 87 años de edad, y hacía 74 años que había ingresado en el Colegio General Militar.

Real decreto nombrando presidente del Consejo Supremo de Guerra y Marina al Capitán general de Ejército D. Fernando Primo de Rivera y Sobremonte, Marqués de Estella. [Gaceta de Madrid núm. 264, de 21/09/1918, página 788].

Real decreto autorizando al Capitán general don Fernando Primo de Rivera y Sobremonte, Marqués de Estella, para que pueda designar la persona que haya de sucederle en el expresado Título. [Gaceta de Madrid núm. 1, de 01/01/1921, página 4.]

A punto de cumplir 90 años de edad, el día 23 de mayo fallece en su casa de la calle Serrano de Madrid.

Ceremonial para la traslación del cadáver de Capitán general D. Fernando Primo de Rivera y Sobremonte, Marqués de Estella, el día de hoy, a las once de la mañana, desde la casa mortuoria, Serrano, 25 duplicado, a la Sacramental de San Isidro. [Gaceta de Madrid núm. 144, de 24/05/1921, página 754.]


Guillermo C. Requena



FUENTES:
BNE- Hemeroteca Digital.
BVD- Biblioteca Virtual Defensa.
BOE- Gazeta Colección Histórica.
PARES-Ministerio de Educación
BVPH-Ministerio de Educación

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