Documentándome para
escribir un pequeño artículo sobre el Capitán de Navío (a título póstumo) José
Córdoba y Rojas (1700-1783), en su familia me encontré con un montón de
generales de la Real Armada Española, entre ellos, su abuelo materno el
Teniente General D. José de Rojas y Recaño de la Torre (1702-1794).
Pues resulta que este
abuelo, en sus tiempos jóvenes, con 45 años de edad, escribió una de las gestas
más importantes que se han escrito en la historia de la Real Armada Española… capitán
de fragata, era el segundo de a bordo del Capitán de Navío D. Pedro Mesía de la
Cerda, comandante del navío de línea Glorioso, aquel dichoso año de 1747, en
que sobrepasando todos los límites razonables, dieron una importante paliza a unos
cuantos buques de los que osaron enfrentarles…
”El último combate del Glorioso” Óleo de Ferrer Dalmau Museo Naval de Madrid |
Por si todo lo anterior,
no hubiera sido suficiente, nuestro apreciado pintor Ferrer Dalmau decide hacerles
un homenaje y realiza ”El último combate del Glorioso”… un maravilloso óleo
destinado al Museo Naval de Madrid.
PEDRO MESÍA DE LA CERDA
Teniente General de la
Real Armada Española, V Marqués de la Vega de Armijo, V Virrey de Nueva
Granada, del Supremo Consejo de Guerra, Gran Cruz y Baylío de Lora en la
Religión de San Juan, Caballero de la Orden de Malta, había ingresado como
Guardiamarina en Cádiz, el 10 de junio de 1797.
Mantuvo su soltería, a su
fallecimiento heredó el marquesado José González de Aguilar
y Narváez, nieto de su hermana María.
Fue hijo de Luis Rodrigo
Mesía de la Cerda y Mendoza, II Marqués de la Vega de Armijo,
Veinticuatro de Córdoba, de la Orden de Calatrava, casado con Ana Gutiérrez de
los Ríos y Saavedra, con la que tuvo siete hijos.
Fernando
Mesía de la Cerda, III marqués de La Vega de Armijo, Caballero de la
Orden de Santiago. Casado con Paula Bañuelos, sin sucesión.
Francisco
Mesía de la Cerda, IV marqués de La Vega de Armijo, Caballero de la
Orden de Santiago. Casado con María Luján, sin sucesión.
Diego Mesía
de la Cerda, sin sucesión.
Pedro Mesía
de la Cerda, Teniente General de la Real Armada Española, V Marqués de La Vega de Armijo.
Catalina
Mesía de la Cerda
María Mesía
de la Cerda, casada con Antonio González de Aguilar Ponce de León y Albornoz, que
continúa la línea del marquesado con la descendencia de su hijo Juan Antonio.
Ana Mesía
de la Cerda.
Fue nieto en la línea
paterna de Fernando
Antonio Mesía de la Cerda Angulo (*Córdoba 1634), I Marqués de la
Vega de Armijo, Veinticuatro de Córdoba, de la Orden de Calatrava, casado en
segundas nupcias, en el año 1655 en la ciudad de Córdoba, con María Antonia Iñiguez
de Cárcamo y Haro (*Córdoba 1642). Tuvieron 5 hijos.
Fue nieto en la línea
materna de Francisco
Gutiérrez de los Ríos y Saavedra, VIII Señor de las Escalonias y II Señor
de Albolafias, Veinticuatro de Córdoba, de la Orden de Calatrava, casado con su
prima hermana Catalina Mesía de la Cerda y Gutiérrez de los Ríos.
Fueron sus bisabuelos paternos
paternos Rodrigo
Mesía de la Cerda y Mendoza (*Córdoba 1589), VI Señor de la Vega de
Armijo, Veinticuatro de Córdoba, de la Orden de Calatrava, casado con en
segundas nupcias con Ana de Angulo y Caicedo (*Córdoba 1609). Tuvieron tres
hijos.
Fueron sus bisabuelos
paternos maternos Diego Bernardo Iñiguez de Carcamo Haro y Eraso
(*Córdoba 1585), Señor de La Palmosa, Alcaide de Écija, de la Orden de
Calatrava, casado en Córdoba en 1632, con Catalina Fernández de Henestrosa y
Toledo (*Sevilla).
Fueron sus bisabuelos
maternos paternos Diego Gutiérrez de los Ríos y Gómez de Cárdena,
VII Señor de las Ascalonias y I de Albolafias, Veinticuatro de Córdoba, de la
Orden de Calatrava, casado con su prima segunda Ana de Saavedra y Venegas.
Fueron sus bisabuelos
maternos maternos Pedro Mesía de la Cerda, del Orden de
Alcántara, que estaba casado con Leonor Méndez de Sotomayor.
La gesta
inigualable
Año 1747
En el mes de julio, el navío Glorioso
(construido por Pedro Crespo en
La Habana, botado en 1740, de porte de 70 cañones), transportaba 4 millones de
pesos en plata desde La Habana hasta la Península, iba al mando del capitán de
navío don Pedro Mesía de la Cerda,
siendo su segundo el capitán de fragata don José de Rojas Recaño.
Como curiosidad quiero decir, que ambos, años
más tarde, alcanzaron la dignidad de Teniente General de la Real Armada
Española.
El día 15 del mes de julio, a su paso por las
Azores, Mesía distinguió entre la niebla un convoy inglés. Cuando ésta se
disipó, quedaron a la vista unos 10 buques enemigos, de los cuales tres eran
buques de guerra: el navío Warwick (botado en 1733, 60 cañones al mando del capitán Erskine),
la fragata Lark (botada en 1744, 40 cañones, al mando del capitán John Cruickshanks) y un
bergantín de 20 cañones. Este último quedó protegiendo el convoy, y
seguidamente, el comodoro John Cruickshanks (1708-1795) que era el oficial
superior de los tres buques de guerra, envió a la fragata al encuentro del
buque español, con la esperanza de ganar tiempo y poder acercarse con el navío.
El encuentro fue desastroso para la fragata que tuvo que retirarse esa noche
con graves daños en casco y aparejo. A las 2 de la mañana el Warwick consigue
presentar línea al navío español y tras una hora de cañoneo, una andanada del
Glorioso derriba el mástil principal del buque inglés, provocando graves
averías en su aparejo y obligándolo a retirarse. Mesía decide retirarse antes
que rematar al buque inglés por desconocer si había más buques enemigos en la
zona.
Tras este primer combate,
el Glorioso sigue su camino a España, reparando algunos daños sobre la marcha.
El día 14 de agosto, navegando ya en las cercanías del cabo Finisterre, el
buque español se encuentra con el navío Oxford de 50 cañones al mando del capitán Callis,
la fragata Shoreham de 24 cañones y la corbeta Falcon de 20 cañones, todos
ellos de la escuadra del Almirante Byng. Obligado a trabar combate y
tras unas horas de cañoneo, el Glorioso pone en fuga a los buques ingleses
gravemente dañados, no sin antes perder su bauprés y una verga. Finalmente, dos
días después hace su entrada en el puerto de Corcubión, donde desembarca su
preciada carga y hace las reparaciones necesarias para mantener la
navegabilidad del buque. La tripulación había sufrido 5 bajas y 44 heridos… la
moral ¡a tope!.
Retrato de John Byng, obra de Thomas Hudson, 1749. Fue juzgado y fusilado en 1757 por la pérdida de Menorca. |
El capitán Mesía decide
entonces poner rumbo a El Ferrol, pero las condiciones de la mar le obligan a
cambiar de planes y opta por dirigirse a Cádiz. El 17 de octubre, frente a las
costas del sur de Portugal, a la altura del cabo de San Vicente, se encuentran
con un grupo de 4 fragatas corsarias enemigas de 24 cañones, basadas en Lisboa
y al mando del comodoro George Walker, apodadas “La Familia Real” por
llevar nombres de los miembros de la familia real británica. Se le acerca
primero la King George, que tras breve intercambio de disparos queda fuera de
combate. Poco después consiguen acercarse el resto de fragatas, Prince
Frederick, Princess Amelia y Duke, que entablan combate con el navío español.
De repente aparece en escena el navío inglés de 50 cañones Darmouth al mando
del capitán
John Hamilton, que se acerca al Glorioso, intercambiando ambos
nutrido fuego. Una andanada del buque español hace blanco en la santa bárbara y
el buque inglés estalla, muriendo toda su tripulación salvo 12 hombres.
Comodoro George Walker Museo Real de Greenwich |
Tras este tercer combate,
el Glorioso siguió su camino a Cádiz, pero el 18 de octubre se unió a las
fragatas perseguidoras el navío de línea de 80 cañones Russel, que estaba
mandado por el capitán Robert Maynard, y todos a la vez se acercan y
abren fuego contra el Glorioso, que logra defenderse durante toda la noche. En
la mañana del día 19, debido a los daños sufridos, a la falta de munición para
continuar el combate y a la extenuación de la tripulación, el capitán Mesía,
considerando imposible seguir la defensa, rinde la nave. Desde el primer
combate de las Azores, había sufrido 33 bajas mortales y 130 heridos.
El día 26 de octubre, el
Glorioso es trasladado a Lisboa, donde una inspección descarta su inclusión en
la Marina Real británica debido a los daños sufridos y se decide desguazarlo.
El capitán Mesía y su tripulación fueron conducidos a Londres donde se les
trató con respeto y admiración.
Epílogo
El comodoro Crookshanks,
responsable del combate de las Azores, tuvo que enfrentarse a un consejo de
guerra y fue expulsado de la Marina Real, falleciendo a los 87 años de edad. También se enfrentó a un consejo de guerra el
capitán Callis del navío de línea Oxford, pero fue declarado inocente y
restituido en su mando. Por su parte el
almirante Byng fue juzgado y fusilado diez años después, en 1757, por la
pérdida de Menorca asaltada por los franceses.
En cuanto a los héroes, D.
Pedro Mesía de la Cerda alcanzaría el empleo de Teniente General de la Real
Armada y sería nombrado Virrey de Nueva Granada., además recibiría el título
nobiliario de V Marqués de la Vega de Armijo, como consecuencia de la muerte de
su hermano Francisco. Retirado en 1773, vivió en Madrid hasta su muerte en
1783.
Teniente general de la Real Armada Española D. Pedro Mesía de la cerda |
Su segundo al mando, el
capitán de fragata José de Rojas y Recaño de la Torre (Cádiz 1702-Cartagena
1794), también alcanzó el empleo de Teniente General de la Real Armada
Española, nombrado Capitán General de Cartagena, nombrado I Conde de Casa
Rojas, Caballero de Santiago.
Teniente general de la Real Armada Española D. José Rojas y Recaño |
Guillermo C. Requena
Fuentes:
Caballeros de la Orden de Santiago, siglo XVIII,
Volumen 1 / Escrito por Vicente de
Cadenas y Vicent. 1977
Descripción genealógica de la Casa de Aguayo / Escrito
por Antonio Ramos, presbítero, de la Real Academia de la Historia. 1781
Árboles de costados de gran parte de las primeras
casas de estos reynos ... / Luis de Salazar y Castro. 1795
BNE- Hemeroteca Digital.
BVD- Biblioteca Virtual Defensa.
BOE- Gazeta Colección Histórica.
PARES-Ministerio de Educación
BVPH-Ministerio de Educación
Otros…
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