martes, 9 de julio de 2019

CAPITANES GENERALES DEL EJÉRCITO ESPAÑOL (60) CAMILO GARCÍA-POLAVIEJA CASTILLO


En el plazo de 22 años, de soldado voluntario a teniente general...



CAMILO GARCÍA POLAVIEJA CASTILLO
Madrid 13.7.1838 – Madrid 15.1.1914





I Marqués de Polavieja (título pontificio), Capitán General de los RR.EE., Consejero de Estado, Senador, Diputado a Cortes, Presidente del Consejo Supremo de Guerra y Marina, Ministro de la Guerra, Gobernador General de Cuba y de Filipinas, Inspector General de Infantería, Director General de la Guardia Civil, Presidente de Cruz Roja Española, Académico de la Historia.


GENEALOGÍA

Hijo de Camilo José García Polavieja Martí (*Cádiz), Comerciante, y de Ángeles Castillo Negrete Soto Posada (*Méjico), de cuya unión nacieron dos hijos: Gabriel García Polavieja y Castillo (*Madrid 24.11.1836), que fue oficial 5º de la Administración de Correos en Villaclara, y Camilo García Polavieja y Castillo (*Madrid 13.7.1838), Capitán General del Ejército.

Fue primo hermano de Antonio García Polavieja Sagarra, General de brigada de caballería, Coronel de Lanceros del Rey, hijo de Antonio García Polavieja Martí y de su esposa Isabel Sagarra Bernuy, y que contrajo matrimonio con María Luisa Derqui Derqui, con descendencia.

Fue primo hermano de Caridad García Polavieja Sagarra (*Tarifa 1868), también hija de Antonio García Polavieja Martí; Caridad casó con José María Núñez Reinoso (*Tarifa 1862), amigo del rey Alfonso XIII, Senador por Cádiz, que fue hijo de Carlos Núñez Lardizabal, militar y ganadero de bravo; nieto de Marcos Núñez Abreu, mariscal de campo y ganadero de bravo; tataranieto de Marcos Núñez Temblador, terrateniente y tratante de ganado de bravo. De los descendientes de Caridad he seguido la línea de uno de sus hijos, Carlos Núñez García Polavieja (*Tarifa 1910) que contrajo matrimonio con la también ganadera de bravo, Isabel Troya Zamudio (*1920), y entre sus hijos se encuentra Javier Núñez Troya (*Tarifa 1953), casado con María Ángeles Merry Coronel, nieta e hija de militares.

Fueron sus abuelos paternos Joaquín García Polavieja, Cargador de Indias, y su esposa Antonia Martí (*Cádiz), hija del rico comerciante de Cádiz Antonio Martí, probablemente de origen irlandés.

Fue su abuelo materno Manuel Castillo Negrete, Alto cargo de la Administración colonial.


MATRIMONIO

Contrajo matrimonio, en Sevilla el 21 de marzo de 1885, con María Concepción Castrillo Medina-Cabañas (1857-1920), también conocida como Concepción Benjumea, que era hija de Juan Bautista Castrillo y Bernuy, l marqués de Cuevas del Becerro, tuvieron cuatro hijos, al primogénito Alfonso García de Polavieja Castrillo (*1887), II Marqués de Polavieja, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos que, entre otros destinos, estuvo afecto a la Jefatura de Obras Públicas de Huelva, puesto que estuvo ejerciendo hasta su fallecimiento en abril de 1928, casado con Concepción Gómez Tejero, sin descendencia; a Camilo García de Polavieja Castrillo, comandante de infantería; a Angelita García de Polavieja Castrillo; y a Álvaro García de Polavieja y Castrillo, capitán de Fuerzas Regulares Indígenas Larache 4.


CRONOLOGÍA

En el año 1849 fallece su madre, Camilo tenía 11 años de edad, pocos años después su padre se arruina en las crisis de la bolsa de los años cincuenta, falleciendo en el año 1858.

Interrumpidos sus estudios en el extranjero y truncados sus planes de ingreso en el Cuerpo de Estado Mayor, comenzó a servir como soldado voluntario el 20 de Agosto de 1858, obteniendo reglamentariamente los empleos de cabo segundo, cabo primero y sargento 2º en el Regimiento Infantería de Navarra núm. 25; tomó parte en la campaña de África, encontrándose el 30 de Noviembre de 1859 en la acción de Sierra Bullones; el 9 de Diciembre de 1859 en el combate sostenido en los puntos avanzados del Campamento del Serrallo, donde se distinguió de una manera brillante, por lo que le fueron dadas las gracias por el General en Jefe; los días 15 y 17 del propio mes en los librados en el mismo sitio; el 1º de Enero de 1860 en la batalla de los Castillejos; el 4 en la acción de las alturas de la Condesa; el 6 en el paso a viva fuerza de las Lagunas y en el combate y toma de Monte Negrón; los días 8, 10 y 12, en las acciones habidas en diferentes puntos; el 14 en el combate del paso de Cabo Negro, por el que fue recompensado con el grado de Sargento primero; el 4 de Febrero en la batalla de Tetuán, por lo que se le concedió la Cruz de María Isabel Luisa; el 13 en el reconocimiento efectuado sobre Samsa; el 4 de Marzo en el practicado sobre Atlas, donde se incendiaron varios aduares; el 11 en el combate dé las alturas de Samsa y Sierra Bermeja, y el 23 en la batalla de Wad-Ras, en la que resultó herido, siendo premiado por su distinguido comportamiento en el empleo de sargento primero. En Enero de 1862 fue trasladado al Batallón Provincial de Albacete, y se le concedió en Julio de 1863 el empleo de Alférez de Infantería, con destino al Ejército de la isla de Cuba.

Primer destino en Cuba
1863-1868

A su llegada a la misma, fue colocado en el Batallón Cazadores de Isabel II, que se hallaba operando en Santo Domingo, y al cual se incorporó oportunamente, asistiendo el 28 de Diciembre a la acción del Roblegal y toma de San Juan de la Maguana; el 8 de Enero de 1864, al combate de las Matas de Farfán; el 15, a las operaciones sobre Bánica; el 2 de Febrero, al combate de la Sierra; el 4, a la acción de las Charcas de las Marías y ocupación de Neiva: el 6, al encuentro del Arroyo de las Salinas; el 7, a la acción de Palmar de Fundación, y el 8, al tiroteo de los bosques de Barahona. Por los méritos que contrajo en estos hechos de armas, le fue otorgado el grado de Teniente, y posteriormente concurrió a dos combates embarcando el 30 de Abril para Santiago de Cuba, donde volvió a embarcar el 12 de Mayo, formando parte de la División expedicionaria a Monte Cristi, con la que desembarcó el 16 en Manzanillo. Emprendió el 17 la marcha al citado Monte Cristi, y se halló en la toma de este punto y sus fuertes, como también el 30, en el reconocimiento sobre Laguna Verde y encuentros de Celadero y la Macagua, y el 15 de Junio en el combate sobre el río Jaque, marchando en Julio a la Habana para atender al restablecimiento de su salud. Para terminar su restablecimiento embarca en el mes de agosto de 1868 para la Península, donde permanecerá hasta el mes de mayo de 1869.

Segundo destino en Cuba
1869-1873

Más tarde prestó sus servicios como Auxiliar en la Subinspección de Infantería de Cuba, destinándosele en Agosto del 1869 al Batallón Cazadores de Bailén, que operaba en el departamento Oriental. Asistió el 13 de Septiembre al ataque habido en el Gunco; el 20 y 21, a los combates de las Yayas y Loma de la Gloria, y el 15 de Octubre, a los encuentros de los Mamones y Atico. Ascendido por antigüedad a Teniente en el mes últimamente citado, y sin embargo de haber sido destinado primero al Batallón de Ingenieros, y después al Regimiento de España, permaneció agregado al expresado Batallón Cazadores de Bailén, concurriendo el 25 de Noviembre al encuentro de Quemado de Miranda; el 26, a la acción de San Pedro; el 30, a la de las Barracas y Arroyo Blanco; los días 14, 16 y 20 de Enero de 1870, a las de Aguas Verdes y Palmarito, por las que fue condecorado con la cruz roja de primera clase del Mérito Militar; el 14 de Febrero, a la de Río Abajo; el 18, a la de las Parras; el 19, a la de las Vilas; el 21, a la de Ojo de Agua de los Melones; el 22, al encuentro tenido al regresar a las Tunas; el 19 de Abril, al del Rosario, y el 21, al combate del Macío de Figueredo, en que resultó herido. Por el mérito que contrajo en este combate fue promovido a Capitán. Estuvo luego atendiendo a la curación de su herida y perteneció al Batallón de Ingenieros, quedando en Febrero de 1871 a las inmediatas órdenes del Capitán General, que le agregó a la primera guerrilla volante, con la que emprendió nuevamente las operaciones. Sostuvo algunos tiroteos con el enemigo, y componiendo parte del Cuartel general del General en Jefe, se encontró el 20 de Junio en la ocupación de Vertientes, y se dedicó a reconocer y levantar planos de los esteros comprendidos entre Júcaro y Manzanillo, efectuándolo a satisfacción de dicha Autoridad. En concepto de Ayudante de Campo del Brigadier D. Arsenio Martínez de Campos, y desempeñando además funciones de Jefe de Estado Mayor, continuó más adelante las operaciones, hallándose el 23 de Agosto en la acción de Dos Amigos, por la que se le ascendió al empleo de Comandante; el 24, en la de Arroyo de Raco; el 25, en la de Aguacate; los días 4 y 5 de Septiembre, en los encuentros habidos en el mismo punto; el 6, en el de Emilia; el 16, en la emboscada hecha a una partida en Bánito; el 20 y 21, en las acciones de Monte Olivares, por las que se le otorgó el grado de Comandante; el 30, en el encuentro de las cumbres de la Sierra; el 1º de Octubre en la acción de Brazo Malo; el 2, en la de Pinalito; el 3, en la del alto de la Estrella; el 23, en la del Elíseo; el 25, en la de Irún; el 1° de Diciembre, en la de San Ignacio; el 4, en la del Naranjo; el 2 de Enero de 1872, en la de Risueña; el 6, en el encuentra de los montes de Bejuco; el 17, en el de Filipinas; el 18, en el de Macaarriba; el 24, en el de la Concepción; el 29, en la acción de las Tres Piedras; el 16 y 18 de Febrero, en las del Cuzco; el 19, en la de Arroyo Blanco; el 28, en la de la Vega de López; el 11 de Marzo, en el ataque de los montes de Tacajo; el 13, en el de los de Alcalá; el 18, en el de Santa Rita; el 20, en el de los montes de Raga, y el 15 de Mayo, en el de los montes de Río Arriba. Por estos servicios fue recompensado con el grado de Teniente Coronel. Con posterioridad operó con el Cuartel general del General en Jefe y desempeñó los cargos de Comandante Militar de Morón y Teniente Gobernador de su provincia, en la que prestó servicios de campaña a vanguardia de la Trocha, hasta que en Febrero de 1873 fue autorizado para venir a la Península con el objeto de atender al restablecimiento de su salud.

Regreso a la Península
1873-1876

Habiendo ofrecido sus servicios al Capitán general de Valencia, don Arsenio Martínez Campos, en Julio de dicho año 1873, los utilizó, concurriendo, a las órdenes de dicha Autoridad, a las operaciones sobre Játiva y Alcira y al sitio de Valencia hasta su rendición, tomando parte en los diferentes hechos de armas habidos, y distinguiéndose muy particularmente en la acción de Mislata, el 31 del citado mes, por lo cual se le ascendió al empleo de Teniente Coronel. Además asistió a las operaciones sobre Murcia, al sitio de la plaza de Cartagena y a los combates a que éste dio lugar, mandando las fuerzas de ataque sobre la misma y expediciones por el litoral hasta el 26 de Septiembre. En Diciembre se dispuso que quedara destinado en la Península, nombrándosele Ayudante de Campo del Capitán general de Cataluña, con quien, a su paso por el distrito de Valencia, se halló en Jas operaciones efectuadas sobre Alcira, Alcudia, Carlet y otros puntos contra las fuerzas de Santós y Vallés, y ya en Barcelona, marchó con la columna del Brigadier Cañas a operar sobre la línea férrea de Gerona, asistiendo el 30 del mes últimamente expresado a la acción de Calella. El 8 de Enero de 1874 tomó parte en el combate sostenido en las calles de Barcelona; el 11 en el de Sarriá; el 15, con la columna del Coronel Mola, en el levantamiento del sitio de Manresa, y el 22 y 23, con la que personalmente mandaba el Capitán general, en la ocupación de Vich. Por los dos primeros combates mencionados le fue concedida la cruz roja de segunda clase del Mérito Militar, quedando luego de reemplazo, hasta que en 8 de Abril fue nombrado Ayudante de Campo del General D. Arsenio Martínez de Campos y prosiguió las operaciones en el Norte, encontrándose entre otros hechos de armas, el 27 en la toma de Otañez; el 28 en la acción de las Muñecas; el 30 en el combate de Galdames y toma del alto de la Cruz, por los que se le otorgó el grado de Coronel; el 1º de Mayo en la toma del monte de Santa Agueda; el 2 en la entrada en Bilbao; el 24 en la acción de Villarreal; el 25 de Junio en la foma de Monte Esquinza; el 26 en la de Zabal y combate de Zurucaín; el 27 en el librado sobre Estella, y el 28 en el sostenido durante la retirada de Murillo a Larraga. Permaneció de reemplazo desde Julio siguiente, hasta que en Agosto se le nombró Fiscal de la segunda Comisión militar permanente establecida en Madrid, confiriéndosele en Octubre el mando del Batallón Reserva de Toledo, que formaba parte del Ejército del Norte. Promovido a Coronel en Diciembre por el mérito que contrajo en los cuatro combates de que últimamente se ha hecho mención, pasó a mandar el Regimiento de Tetuán, denominado después de la Princesa número 4, continuando en el referido Ejército y operando durante algún tiempo como Jefe de la columna de observación sobre Lodosa.

Asistió a las operaciones que dieron por resultado el levantamiento del bloqueo de Pamplona el 3 de Febrero de 1875; a la defensa del reducto de Muriaín la noche de este día, por la que se le condecoró con otra cruz roja de segunda clase del Mérito Militar; a diferentes escaramuzas y tiroteos sostenidos posteriormente; a la batalla de Treviño el 7 de Julio, obteniendo por ella la Encomienda de Carlos III; a los reconocimientos hechos los días 10 y 16 sobre Salvatierra y Peñacerrada; al ataque y toma de Villarreal el 29 y 30; al combate de Restra el 14 de Agosto; al bombardeo de Salvatierra el 21, y al ataque y toma de Villarreal por segunda vez, el 25 de Octubre; el 26 con un batallón de su Regimiento, cuatro compañías del de la Reina y una sección de Caballería, protegió, combatiendo todo el día contra fuerzas superiores, la retaguardia y flanco derecho del Ejército en su marcha sobre Murguía; el 27 y 28 se halló en los reconocimientos practicados sobre diversos puntos, y el 29 en el combate de las Conchas de Murillas. En virtud de disposición superior reservada y con la guerrilla de Miranda de Ebro, que había sido puesta a sus órdenes, se separó del Ejército el 3 de Noviembre, y por medio de una marcha sigilosa durante la noche sorprendió y tomó en la mañana del 4 el fuerte enemigo de los Payos y el pueblo de Peñacerrada, haciendo bajas y prisioneros a los carlistas y apoderándose de pertrechos de guerra, por lo cual fue felicitado por el General en Jefe. Concurrió asimismo el 5 al sitio y rendición del fuerte de San León; el 6, al encuentro habido en Langrar; el 12, al combate de Bernedo; el 24, a los reconocimientos sobre Maestu y Apellániz, y el 8 de Enero de 1876, al ataque y toma de Villarreal y alturas de Arlabán. El 29 del propio mes, y a la cabeza de su Regimiento, tomó, después de rudo combate y tenaz resistencia, las Peñas de Amboto y el fuerte de San Carlos en las alturas de Urquiola, felicitándole al siguiente día por tan brillante hecho de armas el General en Jefe, estando al frente de su Cuerpo, que se hallaba formado. Siguió en operaciones hasta la terminación de la guerra, encontrándose el 13 de Febrero en la batalla de Elgueta, y premiándosele con el empleo de Brigadier en Abril por sus últimos servicios de campaña.

En consideración a los servicios del Coronel del regimiento infantería de la Princesa, núm. 4, D. Camilo Polavieja del Castillo; a los que prestó en las últimas operaciones verificadas por el Ejército de la Izquierda que dieron por resultado la pacificación del país, y muy especialmente al distinguido comportamiento que observó en la toma de San Antonio de Urquiola, ocurrida el 29 de Enero último, Vengo en promoverle, a propuesta del General en Jefe del referido Ejército, y de acuerdo con el Consejo de Ministros, al empleo de Brigadier. Dado en Palacio a diez de Abril de mil ochocientos setenta y seis. ALFONSO [Gaceta de Madrid 11.4.1876]

Seguidamente fue nombrado Jefe de la segunda Brigada de la División suelta de Cataluña, siendo destinado en Octubre del expresado año 1876 al Ejército de la isla de Cuba.

Nuevamente en Cuba (tercera vez)
1876-1881

Tomó el mando de la segunda Brigada de la Comandancia General de Sancti-Spiritus, emprendiendo las operaciones contra los insurrectos, con los cuales tuvo varios combates.


El brigadier Polavieja y sus colaboradores


Libró otros el 1.° de Diciembre en Peña Blanca, y el 3, en los Cristales; mantuvo fuego con pequeños grupos enemigos montados los días 4,7,8,10,11,14,15,16, 21, 22 y 31, y volvió a librar combates el 8 de Febrero de 1877 en la Tinaja y Primer Hoyo; el 9, en la Gloria, y el 10, en Derramaderos, alcanzando por estos servicios la gran cruz roja del Mérito Militar. Abatida la insurrección de las Villas, pasó, en fin de Marzo, a encargarse de la tercera Brigada del Departamento oriental, dedicándose incesantemente a la persecución del titulado General Antonio Maceo, a pesar de un fuerte temporal de aguas que se había desencadenado, efectuando reconocimientos por los terrenos más escabrosos, sosteniendo ligeros tiroteos, en los que causó bajas a los rebeldes, haciéndoles 22 prisioneros y destruyéndoles varios campamentos y numerosas siembras. Organizó los centros de racionamiento y de batallón; dictó disposiciones para las operaciones que debían realizarse por las columnas; situó su Cuartel general en Palma Soriano, y canalizó parte del río Cauto, consiguiendo llevar raciones en balsas al campamento de Barrancos, por todo le que le dio las gracias en repetidas ocasiones el General en Jefe, manifestándole su satisfacción. Trasladó más tarde su Cuartel general a Cauto Abajo e hizo avanzar hacia el interior parte de las fuerzas de su brigada, situándolas en nuevos centros, y dirigió y vigiló las operaciones, nombrándosele en Marzo Jefe de la segunda Brigada de la División a que pertenecía, de la que se hizo cargo en Mayarí Abajo. Se esforzó en dar el mayor impulso en este destino a la persecución de las fuerzas enemigas que al mando del titulado Brigadier Limbano Sánchez se hallaban dentro de su zona, hasta que desmoralizadas por los continuos encuentros y por las deserciones que ocurrían en sus filas, propuso el citado cabecilla su capitulación, que efectuó el 28 de Mayo con 44 Jefes y Oficiales, 274 individuos de tropa armados y 259 desarmados. Por Real decreto de 17 de Junio fue recompensado con el empleo de Mariscal de Campo por los servicios que prestó durante la campaña en el Departamento Oriental.

Atendiendo a los servicios del Brigadier D. Camilo Polavieja y del Castillo, y muy especialmente a los méritos que ha contraído en la campaña de la isla de Cuba, Vengo en promoverle, a propuesta del General en Jefe del Ejército de operaciones de la misma, y de acuerdo con el Consejo de Ministros, al empleo de Mariscal de Campo. Dado en Palacio a diez y siete de Junio de mil ochocientos setenta y ocho. ALFONSO. [Gaceta de Madrid 18.6.1878]

Nombrado en el mes de julio Comandante General, y Gobernador civil de la provincia de Puerto Príncipe, cargos en que contrajo méritos por los que le fueron dadas las gracias de Real orden.

Real decreto disponiendo que el Mariscal de Campo D. Camilo Polavieja, Comandante general de Puerto Príncipe, pase con igual cargo a Santiago de Cuba. [Gaceta de Madrid núm. 222, de 10/08/1879, página 483].

Real decreto nombrando Gobernador civil de la provincia de Santiago de Cuba al Mariscal de Campo D. Camilo Polavieja. [Gaceta de Madrid núm. 235, de 23/08/1879, página 615.]


Desde Julio de 1879 ejerció el mando político y militar de la provincia de Santiago de Cuba, adoptando las medidas conducentes a contrarrestar el movimiento insurreccional que en la misma se preparaba y consiguiendo limitar el que tuvo lugar en Holguín y Cuba la noche del 26 de Agosto.

El 5 de Septiembre de 1879 pasó desde Gibara a Guantánamo para dirigir personalmente las operaciones; el 7, se trasladó a Santiago de Cuba para organizar columnas; el 4 de Noviembre, marchó a Palma Soriano con el fin de dirigir una operación importante, y mas adelante visitó otros puntos, dando instrucciones a las columnas y estableciendo centros de racionamiento. Organizó en Enero de 1880 una batida general, que se verificó con éxito altamente satisfactorio; dirigió personalmente diversas operaciones combinadas en dicho mes y en el de Febrero; dio en éste otra batida general en la que se hicieron prisioneros y se logró la presentación de gran número de insurrectos, y adoptó disposiciones encaminadas a privar a éstos de recursos con objeto de que no se prolongase la guerra. El movimiento de tropas y los constantes reconocimientos dieron por resultado que el enemigo fuera batido diferentes veces y duramente castigado, hasta el extremo de reducir sus filas a una mínima expresión por efecto de las frecuentes y numerosas presentaciones a que se le obligaba. Unido a esto el descubrimiento de una conjuración en Mayarí, el inmediato y enérgico castigo impuesto a los revolucionario, la actividad que se redobló en las operaciones, la falta de recursos de boca y guerra que experimentaban los rebeldes por la destrucción de estancias y por la exquisita vigilancia de la costa y de los poblados, se obtuvo en la jurisdicción de Guantánamo la rendición incondicional de todos los cabecillas con sus partidas, deponiendo las armas. Después de haber embarcado y mandado en clase de presos a disposición del Capitán General de Puerto Rico a los principales insurrectos que se habían presentado, marchó a Baracoa, en cuya jurisdicción movió convenientemente las tropas, tomando medidas políticas que tendían a quitar al enemigo toda clase de recursos, y el 25 de Junio, como consecuencia de tales disposiciones, hicieron todos los rebeldes su sumisión al Gobierno, entregando las armas, devolviéndose los esclavos a sus dueños y siendo embarcados, también presos, los principales directores del movimiento insurreccional de aquel territorio. El resultado general de las operaciones anteriormente citadas fue, hacer al enemigo 155 muertos y 299 prisioneros y que se entregaran y depusieran las armas 1.671 hombres armados y 3.950 desarmados, acompañados de 568 mujeres y 345 niños, quedando terminada la campaña en la provincia de Santiago de Cuba. Por ello fue recompensado con la Gran Cruz de Isabel la Católica y el empleo de Teniente General, con fecha 30 de Junio.

En vista de lo expuesto por el General en Jefe del Ejército de la isla de Cuba acerca de los servicios de campaña prestados en la Comandancia general de Santiago de Cuba por el mariscal de campo D. Camilo Polavieja y del Castillo, y a propuesta del Ministro de la Guerra, Vengo en promoverle de acuerdo con el Consejo de Ministros, al empleo de Teniente General. Dado en Palacio a treinta de Junio de mil ochocientos ochenta. ALFONSO [Gaceta de Madrid 2.7.1880].

Continuó, no obstante su ascenso, oficialmente en los cargos de Comandante General y Gobernador civil de dicha provincia hasta noviembre de 1881, pero desde el mes de agosto se encontraba fuera de Cuba por motivos de salud...

El día 5 del pasado Agosto se embarcó a bordo del vapor Santiago, en el puerto de Santiago de Cuba, el general Polavieja. Se dirige a los Estados-Unidos, en uso de licencia, para atender al restablecimiento de su quebrantada salud. Las autoridades civiles y militares, Ayuntamiento, particulares y una inmensa muchedumbre acudieron a despedir al Sr. Polavieja, que en el tiempo que lleva en Santiago de Cuba ha sabido captarse las simpatías de todos. [La Época 14.9.1881]


Real decreto disponiendo cese en el cargo de Comandante general de Santiago de Cuba el Teniente general D. Camilo Polavieja y del Castillo. Gaceta de Madrid núm. 327, de 23/11/1881, página 460.


Regreso a la Península
1882-1890

Tras unos meses de estancia en EE.UU. recuperando su salud (fiebres tifoideas), a su regreso a la Península quedó en situación de cuartel, nombrándosele, en Agosto de 1882, Consejero del Consejo Supremo de Guerra y Marina; en Octubre del propio año Capitán general de Andalucía.

Real decreto nombrando Consejero del Consejo Supremo de Guerra y Marina al Teniente General D. Camilo Polavieja y Castillo. [Gaceta de Madrid núm. 224, de 12/08/1882, página 491.]

Real decreto nombrando Capitán general de Andalucía al Teniente General D. Camilo Polavieja y del Castillo. [Gaceta de Madrid núm. 283, de 10/10/1882, página 79.]


Y en Enero de 1888 Capitán general de la isla de Puerto Rico, cargo de que, por el mal estado de su salud, hizo dimisión, que le fue admitida en el mismo mes.

Real decreto nombrando Gobernador general, Capitán general de la isla de Puerto Rico, al Teniente general D. Camilio Polavieja y del Castillo. [Gaceta de Madrid núm. 5, de 05/01/1888, página 37].


Reales decretos dejando sin efecto el de 4 del actual, por el que se nombró Gobernador general Capitán general de la isla de Puerto Rico, al Teniente General D. Camilo Polavieja y del Castillo, y nombrando en su lugar para dicho cargo al Teniente General D. Pedro Ruiz, actual Director general de Artillería. [Gaceta de Madrid núm. 14, de 14/01/1888, página 105].

Estuvo luego de cuartel, hasta que en Octubre siguiente fue nombrado Presidente de la Sección tercera de la Junta Superior Consultiva de Guerra, destinó que desempeñó hasta Septiembre de 1889, que pasó a ejercer el de Inspector general de Infantería.

En nombre de mi Augusto Hijo el Rey D. Alfonso XIII, y como Reina Regente del Reino, Vengo en nombrar Inspector general de las tropas y reservas de infantería al Teniente General D. Camilo Polavieja y Castillo. Dado en San Sebastián a primero de Septiembre de mil ochocientos ochenta y nueve. MARIA CRISTINA [Gaceta de Madrid núm. 246, de 03/09/1889, página 749.


Cuarto destino en Cuba
Gobernador y Capitán General de la Isla
Julio 1890- Julio 1892

Real decreto nombrando Gobernador general Capitán general de la isla de Cuba al Teniente general Don Camilo Polavieja y del Castillo. [Gaceta de Madrid núm. 214, de 02/08/1890, página 345.]

En Julio de 1890 se le nombró Gobernador general Capitán general de la isla de Cuba, y apenas desembarcó en la misma impidió con sus acertadas y enérgicas medidas una extensa insurrección, preparada por Antonio Maceo en las provincias de la Habana, Matanzas y Santiago de Cuba, y en el mes de Octubre otra, intentada en la provincia de Santa Clara por el General insurrecto Carrillo, dedicándole luego a la conservación de la paz, al fomento de la riqueza de la isla y a la persecución del bandolerismo, que tenía carácter político, por ser considerado en el país como una protesta armada contra España. Al cesar en dicho mando en Junio de 1892, dejó muy quebrantado el bandolerismo.


Regreso a la Península
1892-1896

Permaneció después en situación de cuartel, habiendo desempeñado las funciones de Presidente de la Comisión encargada de redactar los proyectos para la creación de una Sociedad de crédito del Ejército y Armada y las de Juez de campo de las maniobras que se efectuaron en el año de que últimamente se ha hecho mérito en los confines de las provincias de Lérida y Huesca. Se le confirió en Noviembre de 1893 el cargo de Comandante en Jefe del sexto Cuerpo de Ejército (Burgos); en Diciembre de 1894 el de Jefe del Cuarto Militar de S. M. la Reina Regente, y en marzo de 1895 el Papa León XIII le otorga el título pontificio de marqués de Polavieja, que es reconocido por las autoridades españolas.


Gobernador y Capitán General de Filipinas
Diciembre 1896-Abril 1897

Al parecer el capitán general de Filipinas, teniente general don Ramón Blanco Erenas, se negaba a dimitir del cargo, y el teniente general don Camilio Polavieja del Castillo no quería ser nombrado sin la dimisión del anterior, por lo que viajo al archipiélago como Segundo Cabo, en comisión, de la Capitanía.

    Real decreto nombrando Segundo Cabo de la Capitanía general de Filipinas a D. Camilo Polavieja. [Gaceta de Madrid núm. 298, de 24/10/1896, página 257.]

Poco después asumió el gobierno absoluto de las islas.

    Real decreto nombrando Gobernador general, Capitán general de las islas Filipinas, al Teniente General de Ejército D. Camilo Polavieja y del Castillo, Jefe de mi Cuarto militar, y en comisión, Segundo Cabo de la Capitanía general y Subinspector de las armas de Infantería y Caballería y de los Institutos de Guardia civil y Carabineros de dichas islas. [Gaceta de Madrid núm. 344, de 09/12/1896, página 963.]

    Real decreto nombrando General en Jefe del Ejército de las islas Filipinas al Teniente General D. Camilo Polavieja y del Castillo, el cual conservará los cargos de Gobernador general y Capitán general de dichas islas. [Gaceta de Madrid núm. 344, de 09/12/1896, página 963.]

El 14 de Febrero de 1897 salió a operaciones de campaña, y dirigió personalmente las de la reconquista de la provincia de Cavite y parte oeste de la de Batangas, territorio que hacía meses estaba en poder de los rebeldes, constituidos en Estado independiente, con su capital civil y militar y formando un vasto y fuerte campo atrincherado. Situó su cuartel general en Parañaque, punto avanzado en la primera y más fuerte línea enemiga, y que por su situación le permitía cubrir la capital del Archipiélago, conservar las comunicaciones con todo él, combinar los movimientos de la Escuadra con los del Ejército invasor y atender a las operaciones de las otras provincias sublevadas. Su plan de la reconquista de las provincias de Cavite y Batangas se llevó a cabo con la mayor precisión, ganando todas las obras de defensa que los insurrectos tenían en Tranquero, Pamplona, Bayuyunga, río Zapote, Silang, Pérez-Dasmariñas, Salitrán, San Nicolás, Presa-Molino, Innis, Dos Bocas, Noveleta, Cavite Viejo, Bínacayan, San Francisco de Malabang, Rosario y Santa Cruz, y se tomaron las posiciones de Cacaron de Silelas, del río Pasig, Taguig, Bonga Mayor, Santa Cruz de Paombong, Nangea, y otras varias de las demás provincias de la Isla de Luzón. El 20 de Marzo regresó a Manila, por encontrarse enfermo con unas fiebres graves, sin que por esto dejara de estar encargado de los importantes mandos que ejercía y de seguir dirigiendo todas las operaciones de campaña; el 24 se le admitió la dimisión que por evidentes motivos de salud había presentado de dichos mandos.

    Real decreto admitiendo la dimisión a Don Camilo Polavieja, Capitán general de las islas Filipinas. [Gaceta de Madrid núm. 84, de 25/03/1897, página 1235].

Regreso a la Península
Mayo 1897-

El mismo día se le nombró Presidente de la Junta Consultiva de Guerra; el 15 de Abril, embarcó para la Península, y el 28 le fue concedida la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Fernando, con la pensión anual de 10.000 pesetas, en atención a sus relevantes cualidades, esclarecidas dotes y eminentes servicios, y muy especialmente el distinguido mérito que contrajo como General en Jefe del Ejército de Filipinas, realizando la ardua empresa de dominar la insurrección surgida en críticos momentos para la Patria en varias provincias de aquel Archipiélago, dando muestra de su pericia al obtener tan feliz resultado en una breve, enérgica y gloriosa campaña, y en atención a la pública notoriedad de sus altos hechos.

Real decreto concediendo la Gran Cruz de la Real y militar Orden de San Fernando al Teniente General D. Camilo Polavieja y del Castillo. [Gaceta de Madrid núm. 120, de 30/04/1897, página 384.]


Nombrado Ministro de la Guerra (en el Gabinete de Silvela) el 4 de Marzo de 1899, cesó en este cargo el 2 de Octubre siguiente, quedando de cuartel, y desempeñando desde Noviembre el de Presidente de la Sección Española de la Asociación internacional de la Cruz Roja, con el carácter de Comisario Regio. En Julio de 1903 se le nombró Director General de la Guardia Civil; en Noviembre, Jefe del Cuarto Militar de S. M. el Rey; en Diciembre 1904 Jefe de Estado Mayor Central del Ejército, y en Marzo de 1906 Presidente del Consejo Supremo de Guerra y Marina, cargo en que continúa. En su calidad de ex-Ministro de la Guerra, fue nombrado Consejero de Estado en el bienio de 1908 a 1910. Cuenta cincuenta y un años y cinco meses de efectivos servicios: de ellos, veintinueve años y cerca de siete meses en el empleo de Teniente General; hace el número 2 en la escala de su clase, y se halla en posesión de las condecoraciones Cruz de María Isabel Luisa. Cruz blanca de primera clase del Mérito Militar. Una cruz de primera clase y dos de segunda de la misma Orden, con distintivo rojo. Encomienda de Carlos III. Gran Cruz de Isabel la Católica. Gran Cruz roja del Mérito Militar. Gran Cruz de San Hermenegildo. Gran Cruz de San Fernando, pensionada con 10.000 pesetas anuales. Collar de Carlos III. Grandes Cruces de Santiago y de San Benito de Avis, de Portugal. Gran Cruz de la Corona de Italia. Medallas de Africa, Bilbao, Cuba, Alfonso XII, Guerra civil, Filipinas, Voluntarios de Filipinas, Alfonso XIII. Patronato de los Somatenes de Cataluña, Centenario de los Sitios de Zaragoza, y otras varias de las Sociedades de la Cruz Roja de diferentes naciones, entre ellas la conmemorativa de la campaña ruso japonesa.


Capitán General del Ejército
1910-1914

Con efectividad de 23 de enero de 1910, junto a Valeriano Weyler, es elevado a la dignidad de capitán general de los RR.EE y deja la presidencia del Consejo Supremo de Guerra y Marina. A partir de este momento queda sin destino oficial alguno.

Real Decreto promoviendo a la dignidad de Capitán General de Ejército al Teniente General D. Camilo García de Polavieja y del Castillo, Marqués de Polavieja. [Gaceta de Madrid núm. 23, de 23/01/1910, páginas 165 a 167.]

El día 20 de agosto de 1910 zarpa de Santander a bordo del transatlántico Alfonso XIII, con destino a México, encabezando la misión española en los actos del centenario de la independencia de aquel país.



En 1913 es designado Académico de número de la Real de la Historia.

Real orden nombrando Vocal Académico de número de la Real Academia de la Historia al Capitán general D. Camilo García de Polavieja, Marqués de Polavieja, Académico de aquella Corporación. [Gaceta de Madrid núm. 151, de 31/05/1913, página 645.]

En el mes de octubre de ese mismo año cae gravemente enfermo.

El marqués de Polavieja.- El capitán general marqués de Polavieja, que estaba enfermo hace días, ha sufrido una seria agravación en su estado. Dada la edad del ilustre general, los médicos temen que la dolencia revista funestos caracteres. Sinceramente deseamos que no se confirmen estos augurios. [El Globo 25.10.1913]

El día 8 de enero de 1914, en casa de los marqueses de Polavieja, tuvo lugar el bautizo de Camilo Polavieja, hijo de Camilo Polavieja (capitán de infantería) y nieto de Camilo Polavieja (capitán general de los RR.EE.)..

Una semana después, fallece en su domicilio de la calle Serrano nº 25 de Madrid, a las cinco y media de la mañana del 15 de enero de 1914, siendo enterrado el 17, cuando Madrid sufría una fuerte nevada.

Real decreto disponiendo que al cadáver de D. Camilo García Polavieja y del Castillo, Marqués de Polavieja, se le tributen los honores fúnebres que la Ordenanza señala para el Capitán general que muere en Plaza con mando en Jefe, y que las clases todas del Estado vistan de luto riguroso los días 16, 17 y 18 del actual. [Gaceta de Madrid núm. 16, de 16/01/1914, página 130].

Real orden disponiendo que en el día de hoy ondee la bandera española a media asta en todos los edificios del Estado, de esta Corte, en señal de duelo por el fallecimiento del Capitán general de Ejército D. Camilo García Polavieja, Marqués de Polavieja. [Gaceta de Madrid núm. 17, de 17/01/1914, página 143.]




Real orden aprobando el ceremonial para la translación del cadáver del Capitán general D. Camilo García de Polavieja y del Castillo, Marqués de Polavieja, desde la casa mortuoria, Serrano, 25, a la Sacramental de Santa María. [Gaceta de Madrid núm. 17, de 17/01/1914, páginas 143 a 144].


    Guillermo C. Requena


FUENTES:
BNE- Hemeroteca Digital.
BVD- Biblioteca Virtual Defensa.
BOE- Gazeta Colección Histórica.
PARES-Ministerio de Educación
BVPH-Ministerio de Educación
Necrología. Muerte de un general ilustre-El marqués de Polavieja [La Correspondencia Militar 15.1.1914]

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